jueves, 4 de octubre de 2012

Tonto gracioso


tonto, ta.
(De or. expr.).
1. adj. Falto o escaso de entendimiento o razón. U. t. c. s.

Solo existe en este valle de lágrimas algo peor que un tonto, un tonto gracioso, porque se cree el bobo o tonto o melifluo, que con una gracieta, una supuesta ironía puede esconder su idiocia, su estulticia y nada más lejos de la realidad. El tonto sólo dice tonterías y sus gracias no son tales, son dichos de tontos, esto es, tonterías. Muchos tipos de tontos plagan actualmente la política, tanto en vertiente patria como en vertiente internacional, tontos monotemas, tontos y tontas solemnes que les gusta retorcer el idioma, tontas multimillonarias, tontos colegiados. En fin, tontos que al socaire de la crisis se han implantado como garrapatas en nuestras vidas, haciendo de todos nosotros unos tontos consentidores.

¿Tonto del puro?

Cuando uno cree que no puede superarse, surge de sus cenizas, se viene arriba y se supera asimismo. Alejado del remolino nacional y de los banales acontecimientos que aquí ocurren: muertos por riadas, manifestaciones multitudinarias, independentismos, etc. El personaje se fuga a USA para supuestamente hablar en un plenario sobre algo, lo absurdo es que el plenario estaba completamente vacío, aguantaban Angola, Zaire y Tuvalu como sordos oyentes y eso que estaban preparando sus respectivas intervenciones. En España poco menos que lo encumbran a la altura del nuevo Emperador del sacro imperio.

Luego, uno ya no tiene poder de respuesta ante la estulticia del paisano y de su séquito, vuelve a batir un nuevo record interestelar de majadería y aparece como si fuera una escena de Desayuno con Diamantes, pero en vez de con la grácil figura de Audrey Hepburn engalanada de piedras preciosas, aparece un zafio con un habano de cien euros, rodeado de una partida de bufones propios de otros tiempos (¿no tiene un buen amigo que le diga el ridículo que está haciendo?), imagino que en ese paseo ideó esa frase para la posteridad sobre los presentes y ausentes en manifestaciones, seguro que entreveía en lontananza un Premio Nobel a la frase mas ocurrente del año…

El tonto vuelve al hogar

Para terminar, vuelve al hogar a trabajar y esas cosas que no le gustan, que sabemos positivamente que no le gustan: dar la cara, responder preguntas, decidir, gobernar…. Ante preguntas lógicas contesta con su habitual falacia, ahora que sabemos que es un mentiroso contumaz, que lo hace con nocturnidad alevosía y premeditación, todas las preguntas llevan una carga de escepticismo ganado a pulso. Sus respuestas son un compendio entre lo soez, la mentira, la vulgaridad, la tontuna y la falta de respeto a un pueblo, el español que por su culpa estamos al borde del abismo. Como documento inestimable paso a reproducir la respuesta del ser mas impúdico que ha pasado por nuestra política:

"Sobre las filtraciones, como ustedes saben muchísimo mejor que yo, jamás he hecho una filtración en mi vida. Además, no pienso hacerla, eso me convierte en un ser tan popular ante... en fin, algunos de los periodistas que no están aquí en estos momentos. A partir de ahí, pues claro, tampoco puedo estar contestando a filtraciones todos días porque incluso hay días en que las filtraciones son contradictorias, ¿no?. Aquí ha salido la del fin de semana, ¡pues muy bien! Si hay una agencia o alguien que dice que este fin de semana vamos a pedir el rescate como dicen ellos, caben dos posibilidades: que esa agencia tenga razón y mejor información que yo, lo cual es muy posible, o que no sea así, lo cual pues a lo mejor también es posible o no, ¡qué más da! Pero si a usted le sirve de algo lo que yo pueda decirle y si le parece que lo que yo pueda decirle es más importante que esa filtración, le diré que no. Pero vamos, aún así puede usted pensar lo que estime oportuno y conveniente, porque además ¡a lo mejor acierta! O sea que... Bien, a partir de ahí, ¿qué más había?"

Pd: Sólo para recapacitar, la Presidenta del Fondo Monetario Internacional dice sentirse muy “mal por la gente”, ella que nunca ha estado en una cola del paro, que no ha sentido la ráfaga fría y desoladora del hambre, que no sabrá sin duda, lo que es que su hijo no pueda comer pescado una sola vez al mes, ella lo pasa muy, muy mal, pero está encantada con las medidas que nos empobrecen y nos denigran. Pobre presidenta, enviémosla presentes y regalos para que suba el ánimo.

Por otro lado, los técnicos de hacienda alertan de que “las injustas subidas de impuestos excluyen a los ricos”. Ya, vamos, que pagamos la crisis los de siempre los tontos pobres, los nuevos siervos de la gleba.

Pensad y moved.

1 comentario:

  1. Magnífica definición de éste personaje que nos gobierna,y que tanto él,como sus adláteres,deberían dimitir en bloque,por su ineptitud y deslegitimación para gobernar España.

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